Con el “Internet de las Cosas” (“IoT”) todo está conectado a la gran red de redes, y nosotros también. Debido a esto, los dispositivos que tenemos en casa nos ofrecen servicios que años atrás no eran posibles, como por ejemplo imprimir desde el smartphone en la impresora de la oficina o casa, conocer el estado en algún parámetro de nuestro sistema domótico también desde el smartphone o desde un servicio Web, gestionar la iluminación de las bombillas inteligentes, recibir un aviso si hace falta leche o agua en el frigorífico…
No son pocos los clientes que nos piden que quieren estar protegidos con las ventanas abiertas, por ejemplo, porque quieren dormir con las ventanas abiertas en verano. En estos casos, tenemos una solución sencilla y cómoda para el cliente, se trata de las barreras IR para puertas y ventanas.
Nunca me han parecido seguros los mandos a distancia para los sistemas de alarma. Si alguien quiere entrar en tu casa o negocio y estás utilizando mandos a distancia tradicionales para armar y desarmar el sistema, lo tienen fácil.
Las barreras de microondas(radiofrecuencia) basan su funcionamiento en el principio de la “interrupción de campo”, es decir, el bloqueo de la energía que irradia el emisor y que recibe el receptor. Las barreras están compuestas por un emisor y un receptor, ambos equipos deben ser configurados para trabajar en la misma frecuencia, ya que para poder utilizar varias barreras que se entrecruzen los fabricantes permiten seleccionar la frecuencia de trabajo de forma que no interfieran unas con otras.
Una forma de plantear el diseño de un sistema de seguridad es a través de los círculos de seguridad, que facilitan la comprensión de la finalidad de cada parte del sistema al usuario final.