Conexiones cableadas:
La conexión mediante cable de los elementos de un sistema de alarma puede ser de dos tipos, conexión directa de cada elemento a la central o a un expansor multiplexado y de tipo “bus”.
La conexión directa. Esta topología de conexionado se denomina habitualmente estrella, o estrella extendida si se utilizan expansores multiplexados, ya que el esquema o croquis del conexionado del sistema “simula” una estrella, siendo la central o expansores el centro y el resto de elementos las puntas de la estrella. Este tipo de conexionado tiene la ventaja de que cada elemento tiene un cable exclusivo para él, que en caso de avería del cableado sólo un elemento se vería afectado. Como inconveniente, se tienen que utilizar muchos metros de cable en cada instalación, lo que incrementa los costes de la misma.
Conexión tipo bus. Donde con 4 o 3 hilos, según el modelo de central de alarma, podemos ir enlazando cada uno de los elementos que componen el sistema con el siguiente formando una topología de tipo “anillo”. Es decir, desde la central de alarma sale un cable multihilo hacia el primer elemento y, desde el primer elemento, sale otro cable multihilo hacia el segundo elemento y así hasta el último. De esta forma, no es necesario utilizar un cable exclusivo a cada elemento, lo que es una ventaja para ahorrar mano de obra y metros de cable. El inconveniente que tiene este tipo de conexionado es que si se avería el cable, esta avería puede afectar a más de un elemento, lo que podría dejar al sistema muy mermado en cuanto a capacidad de detección.
Conexiones inalámbricas:
Conexiones inalámbricas. Las conexiones inalámbricas utilizan protocolos de comunicación propietarios de cada fabricante. Y la topología de conexionado, haciendo una analogía con los sistemas cableados, sería de tipo estrella o estrella extendida si se utilizan varios receptores, ya que cada elemento vía radio se enlaza directamente con un receptor(o varios según fabricante). Las ventajas de este tipo de conexionado de los elementos es evidente, no debemos pasar cableado para que exista comunicación con el panel del sistema. El no tener que utilizar cables para la comunicación resulta en un ahorro de costes tanto en mano de obra como en cableado, que suele ser una partida presupuestaria importante en todo sistema de seguridad. Además, si en el futuro se requiere modificar la ubicación de un elemento es tan sencillo como desatornillarlo de la pared y colocarlo en otro lugar. Como inconvenientes podemos mencionar que el coste del mantenimiento se incrementa, ya que periódicamente deberemos cambiar las baterías de todos los elementos. Otro inconveniente es que si se avería un receptor, todos los elementos que gestiona dejan de funcionar, es un único punto de fallo dentro del sistema. Otro inconveniente más es que estas conexiones son sensibles a las interferencias RF que se puedan producir por otros aparatos que existan en la instalación. Para todos estos inconvenientes los paneles de alarma disponen de herramientas de detección de los mismos, de forma que la CRA (Central Receptora de Alarmas) es capaz de recibir los eventos que generan los fallos antes mencionados. Los sistemas de alarma pueden ser híbridos, es decir, permiten la utilización conjunta y simultánea de elementos vía radio y cableados.
Para asegurar que un sistema de seguridad cumpla con sus funciones es muy importante que en la etapa de diseño de la instalación se escojan bien todos y cada uno de los elementos. Es vital que la persona que realiza el diseño cuente con la formación y experiencia necesarios para asesorar al cliente en todos y cada uno de los puntos de la instalación. Contacte con uno o varios asesores en seguridad y pídales propuestas de protección.