Para mi, la frase correcta y tópica debería ser... "el cliente siempre quiere ser escuchado" . Como tú, como yo y como a cualquier hijo de vecino.
Ante cualquier eventualidad, la capacidad para escuchar que demuestres inicialmente servirá de bálsamo delante del conflicto mas difícil de solucionar. Escupir nuestros demonios suele ser una de las primeras necesidades cuando nos sentimos engañados, estafados o sencillamente victimas de un mal servicio.
En mi ocupación diaria ese cerocomacerocerouno por ciento de descontento con el servicio lo canalizamos en mi departamento. Da lo mismo que la atención sea telefónica o presencial siempre el denominador común es escuchar y esperar a que te den permiso para explicarte. Permiso que siempre va precedido por el silencio de las dos partes o por la formulación de alguna pregunta.
En ese momento y cuando arrancamos nuestros argumentos, aun cuando estos sean en forma de disculpa por algún error imprevisto, haber escuchado con atención sera vital para lograr el objetivo final, que nunca es otro que el que te den una nueva oportunidad con la que demostrar que cualquier equivocación que se haya podido tener va a ser subsanada.
A partir de ese momento estas condenado. Condenado a demostrarle a esa persona o personas que realmente estaban equivocadas y que tu servicio es el mejor, el mas bonito, el mas barato "etecé etecé etecé".
El cliente realmente "siempre tiene que ser escuchado" y no es nada fácil. En la sociedad que vivimos eso es labor difícil. No nos escuchamos.
Lo peor es cuando después de escuchar queremos hablar y no nos dejan, pero eso nunca pasa con un cliente porque tarde o temprano acaba necesitando mas que le des una solución que otra cosa.