Por tanto, nada fuera de lo normal, aunque sí es cierto que últimamente se está introduciendo un componente emocional en la publicidad que nos llega con el fin, como no, de impulsar a la compra, ya que precisamente muchas veces, demasiadas quizás, son los sentimientos y emociones las que deciden la compra.
Pero para no caer en las redes de la publicidad y realizar una compra “sentimental” debemos tener claro que:
Los riesgos de cada lugar son diferentes, y hay que analizarlos para saber que se necesita para una protección eficaz.
No existe el “kit mágico” para todo, no se puede aplicar la misma solución a todos los casos, precisamente porque no son iguales.
Igualmente, los comparadores de sistemas de alarma que nos podemos encontrar en internet y que para realizar un presupuesto realiza una serie de preguntas, como si un estudio de seguridad fuera tan fácil de realizar, y que finalmente te ofrecen los sistemas de alarma de las empresas con las que trabajan, siendo algunos exclusivos de una marca concreta.
De ahí que antes de decidir realizar una inversión en la seguridad de su hogar o de su negocio, consulte a un experto en seguridad y no a un comercial, la diferencia es que el primero le asesorara sobre lo que realmente necesita en base a lo que debe proteger, mientras el comercial de seguridad le venderá aquel producto que deba vender y que además le proporcione mejores comisiones.