17 años en la banca privada, 20 de empresario y comerciante y 5 en la Central Receptora de Alarmas de MEVISA conforman mi curriculum.
Cualquier persona que tenga conectada una alarma a una Central Receptora sabe lo que son las falsas alarmas. Siempre detrás de ellas perciben el nivel de seguridad que como profesionales les transmitimos. Esa percepción cambia de signo cuando son excesivas y lo que en un principio debería crear un feedback positivo se convierte en negativo.
En estos momentos de mi vida sigo disfrutando de trabajar. Hace ya bastantes años decidí que uno de los puntos cardinales de la brújula de mi vida debería estar orientado y mantener el rumbo de disfrutar en lo que hago aun en detrimento de ventajas económicas o privilegios laborales.
Seguro que todos hemos oído eso de... "el cliente siempre tiene razón". Esta frase tan manida que en nuestra vertiente de usuarios/consumidores entendemos a las mil maravillas y que cuando estamos en el lado opuesto manifestamos nuestro desacuerdo de forma gestual.
En estos momentos económicos lo único necesario para que estemos debidamente configurados es haber alcanzado y mantener en la actualidad los niveles de bienestar que durante la década de oro pasada se entendían como mínimos.