Así es, hoy podemos afirmar que los centros de control de seguridad portátiles son una realidad. Actualmente, existen sistemas que nos brindan la posibilidad de poder controlar desde nuestro teléfono inteligente la seguridad de nuestro hogar o negocio. Cada vez más, y gracias a los avances en las telecomunicaciones, los fabricantes acompañan sus productos de aplicaciones para usar junto con nuestro smartphone y poder controlar el equipo de forma remota.
La razón de titular este artículo con una afirmación tan ridícula, a priori, es porque es posible tener un sistema de seguridad que funcione sin intervención del usuario. Uno de los problemas a los que se encuentra el usuario de los sistemas de alarma es la incomodidad de tener que acordarse de armar el sistema antes de cerrar la tienda, el taller, la oficina,... es decir, el negocio.
A veces puede suceder que tengamos a un amigo de lo ajeno como compañero de trabajo. Y si además, en nuestro lugar de trabajo utilizamos vestuarios, existen posibilidades de que este compañero amigo de lo ajeno intente abrir alguna de las taquillas o mochilas que se encuentre.
En estos momentos económicos lo único necesario para que estemos debidamente configurados es haber alcanzado y mantener en la actualidad los niveles de bienestar que durante la década de oro pasada se entendían como mínimos.