A principios de 2011 se publicó en el BOE una nueva Orden Ministerial (Orden INT/316/2011, de 1 de febrero, sobre funcionamiento de los sistemas de alarma en el ámbito de la seguridad privada), donde el Ministerio del Interior fijaba los criterios con arreglo a los cuales habrán de ser adaptados los sistemas de seguridad. Esto creó mucha confusión y controversia entre las Empresas implicadas y también entre los usuarios de alarmas.
Los detectores de rotura de cristal nos ayudan a proteger el perímetro interior de los 3 círculos, o anillos, de seguridad. Se trata del complemento perfecto a los contactos magnéticos, ya que si en lugar de forzar una ventana o puerta acristalada, el intruso rompe el cristal, el contacto no será abierto y no se producirá la señal de alarma.
El contacto magnético es el elemento de detección más básico y simple que forma parte de los sistemas de seguridad electrónica. Se trata de un interruptor reed (reed switch) o de lengüeta, que no es más que un par de contactos ferrosos encerrados al vacío dentro de una cápsula de vidrio para que mantengan sus propiedades con el paso del tiempo.
-“La alarma sin obras”-, así rezan los eslóganes de muchas empresas de seguridad dedicadas a la instalación de sistemas de alarma. ¿Son tan seguras como las cableadas? No.
¿Con qué elementos antiatraco podemos contar a la hora de diseñar un sistema de seguridad para negocios? A continuación detallo los más utilizados en negocios y comercios:
Las barreras de microondas(radiofrecuencia) basan su funcionamiento en el principio de la “interrupción de campo”, es decir, el bloqueo de la energía que irradia el emisor y que recibe el receptor. Las barreras están compuestas por un emisor y un receptor, ambos equipos deben ser configurados para trabajar en la misma frecuencia, ya que para poder utilizar varias barreras que se entrecruzen los fabricantes permiten seleccionar la frecuencia de trabajo de forma que no interfieran unas con otras.